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Algunas palabras son extrañas
las masticamos dentro
en el fondo de la boca
con unas muelas del juicio siempre apunto de salir
con sus verdades a medias
las encías ya rotas
y ellas, todavía, un poco escondidas.
Salivamos.
Pensamos muy fuerte
repetidas veces.
Todas las veces
y después sólo algunas.
Solos.
En el rincón más sórdido de la casa.
Con luz brillante,
que hiere por dentro.
Y allí deambulan las palabras
se nos cuelan por los orificios
y vuelven a salir
en un ciclo repugante
que marea.
Por fin decimos las palabras
en voz alta
y suenan nuevas
y tremendamente tristes.
1 Comments:
Me encantas.
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